miércoles, mayo 01, 2013

CUANDO EL ÚLTIMO SUSPIRO APAGA EN SU BOCA ABRIL





Con un fondo de saetas
y luz tibia en el candil,
unas horas enlutadas
despiden al mes de abril.
Ardieron los farolillos
De feria y de vodevil;
En el albero taurino
La sangre se volvió añil
Y el sol secó los capotes
Del  toreo  juvenil.
Un rosario de difuntos
Clarividente y senil,
en el fuego funerario
puso a su salmodia fin;
El pueblo sobrecogido,
respetuoso y febril,
lanzó claveles de sangre
a sus rostros de marfil,
y en la noche tenebrosa
como un cuervo de perfil,
soñó con huevos de oro
y en la fragancia sutil
de una cupletista hermosa,
divina, grande y gentil.
Fueron pasando los días
Como tiros de fusil;
Balazos de primavera,
Sonambulismo infantil
Entre flores de  colores
En una escenario hostil,
Y un presentimiento extraño
Poniendo cerco al redil,
Como nubes agoreras
En el parqué mercantil.
La muerte, que en los tejados
Arrullaba al mes de abril,
Puso a dos bombas su rostro
Más encarnizado y vil,
Y un país  se vio inseguro,
Atacado en su cubil,
Con las piernas destrozadas
Como un sueño estudiantil.
Hoy el frío nos consume;
volvieron las aguas mil,
el juego de los espejos,
los brillos de un proyectil,
cuando el último suspiro
apaga en su boca abril.

Felipeángel © 

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