miércoles, febrero 20, 2013

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD (I)

Según Blogger, las tres entradas más visitadas de Hormigaciones durante estos casi seis años y medio de vida han sido las siguientes:

-"Especial Marilyn Monroe" (IV).................................28.110.
-"Mitos eróticos" (II).....................................................26.001.
-"La Última Cena" (I)...................................................16.767.

Sin embargo hay otras entradas que  han recibido una o ninguna sola visita. Creo, por tanto, que se merecen una segunda oportunidad. 
La primera entrada que no recibió una sola visita es ésta, titulada "Dos exposiciones", publicada el 6 de noviembre del año 2006:



Podría trazarse un cierto paralelismo entre dos importantes exposiciones que se celebran estos días en Madrid: la que el Museo de la Ciudad dedica a Pío Baroja, y la que la Residencia de Estudiantes acoge, en su Pabellón Transatlántico, sobre la vida y obra de Juan Ramón Jiménez.
Las dos están ordenadas cronológicamente y giran, principalmente, alrededor de cuatro o cinco elementos comunes: cuadros, libros, fotos y manuscritos.
Ambas son de dos grandes escritores españoles, uno en prosa y otro en verso.
Juan Ramón consiguió el Premio Nobel de Literatura en 1956 y algunos, como Hemingway, pensaba que Don Pío también se lo merecía.
Tanto el escritor vasco como el poeta de Moguer perdieron muchas de sus pertenencias en sus respectivas casas de Madrid.La de JRJ -sita en la calle Padilla, 38, 2º izquierda- fue saqueada y la de Pío Baroja -C/Mendizábal, 34- bombardeada en los trágicos días de la Guerra Civil española de 1936. Ambos, a su modo, se definieron como apolíticos: "Yo no soy monárquico, ni republicano, ni falangista, ni comunista, (...) soy un hombre libre" - dice JRJ , por carta, a un amigo, en 1943, y Pío Baroja, en su Memorias, opina que "El escritor no debe hacer más que escribir. Si el político encuentra algo aprovechable en su obra, lo debe aprovechar. Claro que para éso es necesario saber leer, y el político español, si es que ha sabido leer, ha practicado poco este ejercicio."Llegado el momento de la verdad, ambos tomaron partido; el poeta andaluz apoyó, en el exilio, al Gobierno de la República, firmando numerosos manifiestos y, el "malo de Itzea", al Gobierno de Burgos, escribiendo artículos de apoyo a los sublevados.
Los dos vivieron bastante -JRJ, 77 años, y Pío Baroja, 84-; ambos tuvieron sendas caídas con rotura de huesos en los últimos meses de su existencia, pero Juan Ramón terminó muriendo de una bronconeumonía y Baroja, de arteriosclerosis.
También escribieron, como diría el vasco, más que el Tostado, y no gozaron, en vida, de muchos  medios de fortuna, salvo su talento, su dedicación y su entrega a la literatura. Igualmente se sintieron atraídos por la tipografía y el diseño de los libros y les gustaban los animales. Baroja tuvo un perro llamado Yock, del que habla Azorín con entusiasmo, y JRJ, a Platero, el burro protagonista de uno de los libros más conseguidos en prosa poética.
A los dos les gustaba el mar, la palabra exacta, la escritura desnuda, sin estorbos, aunque el poeta, con el paso de los años, se convirtió en un incorregible corrector de sus versos, y Baroja, en un novelista descuidado que olvida a sus personajes con relativa frecuencia.
Ninguno de los dos dejó un heredero directo.
Sin embargo, también hay algunas cosas que les diferencian.
JRJ miraba hacia el futuro y Pío Baroja, hacia el pasado.El poeta iba siempre impecablemente vestido y el narrador, un poco desaliñado. El de Moguer, pese a sus manías y sus neurastenias, terminó casándose con una mujer excepcional, Zenobia Camprubí. El vasco, pese a todos sus intentos, permaneció soltero toda su vida.
Baroja era ateo. JRJ, no.
A los dos les gustaba pasear por el Parque del Retiro.
Ambos escribían a mano.
Tanto uno como otro me acompañan.

Felipeángel (c)

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