martes, septiembre 02, 2008

UMBRAL Y CHIAPAS

El pasado 28 de agosto se cumplió un año de la muerte de Francisco Umbral, uno de mis autores de cabecera.
He elegido esta foto, entre todas las posibles, porque en ella creo que queda reflejada su vitalidad, su amplitud de miras y esa constante y estudiada pose que le obligaba a presentarse ante el público lector como un outsider, un disidente - "el que sienta aparte"- de las corrientes literarias y sociales de sus primeros años como periodista y escritor.
El siguiente artículo lo publicó el "Diario de Alcalá" el jueves, 8 de enero de 1998. Fue mi primera incursión en el periodismo literario.


" UMBRAL Y CHIAPAS
"

A Umbral le duele Chiapas.* Yo quería hacer un artículo sobre los últimos premios literarios pero se me ha colado de rondón la realidad, me la ha traído de la mano el columnista de El Mundo, y ya no soy capaz de escribir ni tres líneas de una loa laudatoria por sus muchos méritos y su inmejorable salud artística porque me ha puesto un horizonte de cadáveres extendido, como la piel de un indio, sobre la mesa camilla que puede parecer, en su estética macabra, igual a la piel de un blanco extendida sobre el jergón de la coyunda, pero no lo es, y ha enterrado allí, junto al ataúd negro de Manuel Paciencia, todo el dolor profundo de su corazón.
A Francisco Umbral le duele Chiapas como a los del 98 les dolía España; o casi. Él tiene dicho, en su visión de la cosa -la primera de las muchas que tendremos durante este año conmemorativo del Centenario- que en Valle** no hay " dolor de España", según Guillén, pero lo hay en las miles de páginas que escribió para anegar su hambre, tan alejadas de la retórica del "fascismo humanista" que tanto hizo por enterrarlo en vida.
A Umbral le duele Chiapas como una piedra podrida en el riñón y no como una medalla de marine agrietándole el pecho; le duele ese tremendo genocidio que nadie es capaz de parar porque allí los pobres y los indígenas parece ser que nacieron para ser exterminados como una plaga con un pesticida; no huelen a petróleo como los pobres y los nómadas de Kuwait y así es imposible mandar la sexta flota o a ese general orondo con nombre de champú. De este modo, a cuestas con su dolor, se pone en la orilla de los débiles, empuña su pluma como un machete y se interna por la espesura de la Selva Lacandona ejerciendo de escritor comprometido, denunciando una vez más la injusticia, la masacre y el miedo.
Pasó la Navidad -ese enorme socavón que nos abre cada año el consumismo- pero no se llevó el horror ni la emboscada del hambre ni la muerte.
Al decálogo de las buenas intenciones Umbral ha añadido el corolario de la mala conciencia colectiva. Esta vez no viene a vender su libro; esta vez nos abre la herida de la tragedia como a un cerdo en canal y nos enseña los gusanos de muerte, los jodidos terratenientes de la muerte, la injusticia y la opresión.
Que su palabra no caiga en saco roto.

Felipeángel (c)

* Las columnas "Chiapas" y "A Pilar" fueron publicadas en el diario El Mundo el 3 y el 1 de enero de 1998, respectivamente.
**El 30 de diciembre de 1997, Francisco Umbral publicó una columna en el diario El Mundo titulada "¿Quien es España?"


2 comentarios:

Love doctor dijo...

Hola. Por la gracia de google encontré tu blog. Te dejo un saludo mexicano y me sumo a la memoria por Umbral.

felipeangel dijo...

Muchas gracias por tu comentario.
Felipeángel